lunes, 11 de noviembre de 2013

LA RUTA DEL BAKALAO (II)

Y aquí va otro trocito más de la historia....  


ACTV


Se abrió en 1987 y el primero en pinchar allí fue Fran Leaners, aunque su líder fue otro gran DJ valenciano: Arturo Roger. Se encontraba en la misma playa de la Malvarrosa, ya que aún no se había construido el paseo marítimo, en un edificio histórico que llamaba bastante la atención y de cuyo nombre, Termas Victoria, provenía el de la discoteca (Actividades Culturales Termas Victoria. Aunque por una temporada se le dio otro significado: Arturo Controla Toda Valencia). Arturo Roger pinchaba en las sesiones after-hours de los sábados y domingos, que en los comienzos eran las sesiones estrella de la sala, y mezclaba un sonido new beat, algo así como una mezcla de EBM y techno con un toque de distorsión (que estaba muy de moda) y acid house. Éstas eran las dos corrientes musicales que nacieron a finales de los 80 y que dieron el pelotazo en el «verano del amor»:1988. (¿recordáis aquellas camisetas, chapas y demás parafernalia con las caritas amarillas de Acid que se llevaban aquel verano?). El new beat también llegó a Spook o Espiral, y el acid house, aunque menos, se escuchaba en Puzzle. Estos estilos se añadieron al repertorio habitual de pop, techno-pop, ebm y techno. Ese verano del amor exisitó cierta conexión Valencia- Ibiza. Antes de que famosos disc-jockeys británicos descubrieran la isla blanca y acabara siendo el templo de los cluberos, incluso antes del éxito del acid-house, había una cierta sincronía musical entre Ibiza y Valencia, aunque después ésta se especializó en el house. De hecho, muchos ruteros, ya fueran valencianos, madrileños o catalanes, visitaban Ibiza en verano. 

Hubo otros DJs posteriores, como Dj Josel (que también lo era de la discoteca Zona), Manolo el Pirata, todo un crack a los platos; o Manolo el "Machaca". Casi desde su nacimiento, ACTV era considerada como una de las mejores discotecas de la ruta Destroy, y sus sesiones de oro tenían lugar los domingos por la tarde. Aunque bien es cierto que su época de mayor apogeo era justo cuando la calidad musical de la ruta de empezó a decaer, ya que dio un giro en el que se embruteció, dando paso a la mákina. Sin embargo, llegó a convertirse en uno de los lugares fetiche de la noche en Valencia. Tuvo también sesiones after-hours de sábados y domingos por la mañana y tarde, entre otras. Allí en la Malvarrosa, también había otra sala, Coliseum, cuyo lider Fran Lenaers conseguía atraer a los personajes más notables durante un par de años, pero cerró allá por 1988. Al final de los 80, ACTV  hizo famosos sus amaneceres en la playa e incluso llegó a abrir una temporada los lunes por la tarde. Era el lugar clave de reunión de todos los que hacían la ruta: los "ruteros"




NOD

Abierta en 1988,  estaba ubicada en la misma zona que Espiral, en las afueras de Ribarroja, en medio de campos de naranjos. Espiral y NOD tenían público afín y ésta última acabó siendo el after-hours de la primera, ya que su sesión estrella era los domingos por la mañana. Esta sala ya fue abierta en el 86 por Toni el Gitano cuando se marchó de Chocolate, y se llamaba Bravatta, pero no duró demasiado tiempo. Se reabrió con el nombre de Don Julio (NOD simplemente era DON al revés, aunque sus seguidores de épocas posteriores le dieron una vuelta de tuerca y la bautizaron como No Olvides Drogarte). Contaba con DJs como Kike Jaén y DJ Nino, y su dirección estaba a cargo de Clemente Martínez, un hombre influyente en la movida valenciana que había sido el gerente de Spook anteriormente. A Clemente Martínez, Don Julio no le parecía un nombre muy comercial que digamos, así que decidieron quitarle la palabra "Julio", e invertir la primera. El letrero de la fachada iba en vertical y al invertir "DON", quedó NOD con la N al revés, algo que creyeron beneficioso para la imagen de la discoteca.

Es de destacar que en NOD se creó una forma de botellón que iba mucho más lejos. Se hacían auténticas fiestas paralelas, y en ocasiones había más gente fuera, en el parking, que dentro de la discoteca. La gente gastaba verdaderas fortunas en los equipos de sonido de sus coches y los maleteros se convertían en improvisadas barras de bar. Llegó a tener tanto éxito, que se extendió a los parking de otras discotecas, e incluso a veces la dirección de la discoteca organizaba paellas para que se sirviera todo el que quisiera. Pero pasados unos pocos años, se intentó atajar esta práctica porque los dueños de los locales veían sus ingresos notablemente disminuidos, además de resultar peligroso, ya que había muchísimos coches aparcados en los arcenes de la carretera, suponiendo un verdadero riesgo.





EL BOOM (1991-1993)

A partir del 87 Valencia comenzó a ser un destino deseado para muchos jóvenes españoles por sus horarios, por el buen ambiente que se respiraba, por el libertinaje a todos los niveles y porque era el único lugar en nuestro país en que se pinchaba una música electrónica de vanguardia junto con pop - rock independiente recién importado, estilos que iban desde el EBM (Electronic Body Music, o techno-industrial para pistas de baile), pop/rock gótico, sobre todo británico, darkwave, post- punk (o afterpunk), techno, synthpop, technopop,  new wave, new beat, hasta el acid house entre otros. Desde el comienzo de la "ruta", los grupos como Bauhaus, Joy Division, Birthday Party, Classix Nouveaux, Visage, Blancmange, Comsat Angels o Devo, fueron derivando en un sonido con menos guitarreo y más electrónica, hasta que, a partir del 93, se volvió más simple, más vulgar, al mezclarse con dance con los BPMs bastante subidos y de poca calidad, que, o bien se importaba de Holanda e Italia, o que se producía en los estudios con escasos recursos que había por la zona. A pesar de ello, cada discoteca de la ruta era especialista en algún estilo y con el paso del tiempo, fue evolucionando: Barraca, que apostó por el pop y pop/rock con un toque de romanticismo, evolucionó hacia el house, pop y techno-pop con buenas dosis de vocales y acabó eliminando a los grupos de guitarra; Puzzle por el synthpop y el techno-pop; Chocolate por lo siniestro y la psicodelia, y junto con Spook, que en un principio se decantó por el techno dieron un giro hacia un sonido mucho más industrial y radical, llegando a ser el estandarte del bakalao; ACTV por el acid; y en Espiral se podía escuchar un poco de todo lo anterior.

Entre los 80 y 90, aparecieron nuevas salas que llegaron a ser importantes, aunque siempre bailaban al son que tocaban sus hermanas mayores: Heaven (que antes fue Pomelo), cercana a Puzzle aunque más basta y con mayor contundencia y que tenía uno de los parkings con mayor actividad y que causaba algún que otro problemilla a los que pasaban por la carretera de El Perelló un domingo cualquiera por la mañana; Villa Adelina, junto a Barraca, era un chalet que se hizo famoso gracias a su gran terraza; Zona, situada en el eje Espiral-NOD, llamó la atención por sus sesiones de lunes por la mañana, que algunas veces se alargaban hasta el martes de madrugada y que atraía a gente que, o trabajaba durante el fin de semana o en la hostelería, y venían de todas partes de nuestra geografía. Asimismo, allí iban a parar la los desfasados que aún aguantaba mecha, aunque no eran conflictivos pese a llevar tanto marcha en el cuerpo; El Templo, en Cullera, cercana a Chocolate, era la residencia de Chimo Bayo, y causaba impresión por ese aire industrial que destacaba entre los campos de arroz. Sus sesiones eran predominantemente ebm, new beat y techno combinadas al micro por algunos momentos de acompañamiento vocal, tanto cantando como animando a los fans, consiguiendo así muchos seguidores, aunque también algún que otro detractor. Chimo Bayo, también había dirigido otra sala (Arsenal) en Oliva, cerca de Gandía, y fue un DJ, productor y toda una figura de la época, casi un gurú. El Templo no fue capaz de mantenerse en la cresta de la ola durante mucho tiempo y acabó cerrando cuando la imagen de Chimo Bayo decayó. Se intentó reabrir como NOD Cullera, pero no fraguó.

Ya en el año 91, la ruta llegó a convertirse en un verdadero fenómeno de masas, llegando a congregar a más de 30.000 jóvenes de todas partes de nuestro país en las discotecas de la Ruta Destroy cada fin de semana. En algunas ocasiones hasta 50.000, en algún evento especial, para los que los ruteros de todas partes eran capaces de recorrerse cientos de kilómetros cada finde sólo por vivir la llamada fiesta valenciana. Además, visto el gran éxito, llegaron a fletarse autobuses regularmente desde cualquier punto de España para que fuera más cómodo y barato el viaje. Sin duda este año y el siguiente fueron la traca final de una época dorada, aunque el movimiento de jóvenes llegados de todas partes continuaría hasta el 95, cuando la ruta cayó en picado.






Decadencia (1994-1996)

En 1992, los medios de comunicación empiezan a darle bombo y platillo de forma masiva a este movimiento, comienzan a demonizarlo, dando lugar a una gran alarma y presión social, incluso por parte de los políticos, siendo desde 1993 bastante habituales los despliegues policiales. A decir verdad, el término Ruta Destroy fue acuñado por Vicente Pizcueta, gurú de la noche valenciana y responsable principal de Barraca; el término Ruta del Bakalao fue el que se impuso por los medios de comunicación a raíz de la palabra bakalao, que era usada junto con mákina desde hacía ya unos años para denominar al techno y ebm, que en realidad estaban bastante alejados del techno simplón de los años posteriores.

Otro hecho que también contribuyó a la satanización de la Ruta por parte de la sociedad, fue el crimen de Alcasser: tres adolescentes fueron raptadas cuando se dirigían a la conocida sala Coolor, en Picassent. La prensa valenciana no tardó en hacer que se supiera en todos los rincones, casi de forma casi obsesiva, que el secuestrador y asesino de las niñas de Alcasser, era un habitual de las discotecas de bakalao.

Poco a poco, la música comienza a acelerarse, perdiendo calidad a medida que ganaba BPMs. En el 93 y 94 sigue atrayendo verdaderas tropas de jóvenes, aunque sus inquietudes sobre la calidad musical han mermado notablemente. Asimismo, también ha mermado la gente variada, los looks ochenteros (que aún podían verse en 1992 o el 93), el cuero, la ropa estridente y llamativa y se ha abierto la veda a los cortes de pelo al rape, los aretes en la oreja izquierda, las zapatillas, el chandal, o las bombers, que se convirtieron en el look oficial de todo rutero, a modo de uniforme.

Empieza una moda de nuevas salas, relativamente cerca de Valencia, que atraen un público muy jóven, de entre 18 y 25 años y que intentan promover un clima cordial y de buen rollo, con gran libertad pero descuidando el nivel musical, que queda relegado a un segundo plano. Tenemos ejemplos de salas como Límite Local (Puebla de Vallbona), Alkimia, anteriormente llamada l'Almàssera (Xátiva), Punto Rojo (Moncofa, sala en la que uno de sus responsables fue Chimo Bayo), Industrial (Vall d'Uixo), Masía (Segorbe), o incluso Melody (Casas Ibáñez - Albacete), ubicada justo al límite de la provincia valenciana y en la que se solía ir de acampada por la zona para acudir a sus fiestas.

Pero allá por el 94, aún había excepciones en toda esta amalgama de salas con calidad musical inexistente, como la sala The Face, con una cuidada decoración y conocida anteriormente como Dreams Village, de gente bien. Fue uno de los últimos fichajes importantes del movimiento, y una de las tablas de salvación en una Valencia ya decadente. En esta sala se impulsó el house, sobretodo el progressive house, y donde aún se podía disfrutar de sesiones largas hasta la 1pm, o en Puzzle, que siguió su estela tras un giro en su música. La verdad es que el horario de Puzzle se fue acortando progresivamente a fin de acallar a ciudadanos y políticos, dejando así de ser un after para llenarse antes y cerrar a las 13h. Años después lo haría a las 12h, 10h, y así hasta que a finales de los 90 lo hiciera a las 9h. También estaba el caso de una sala de los alrededores, Ku-Manises, que, junto con otras salas, se subió al tren de rescatar los años más gloriosos de esa época con las sesiones Remember.

A partir del 96, el buen ambiente que carazterizaba Valencia se pierde, y se llevan a cabo sonados cierres, como el de Spook Factory, que ya había caído en el olvido y cuyo parking, ya medio abandonado, era ocupado por la gente que acudía al bar de copas contiguo El Torero, en el que pinchaban makina dura. Esta decadencia fue tal, que ahora decir Bakalao o Bakala es a modo despectivo y se usa equivocadamente para referirse a la música electrónica simplona y acelerada y a sus seguidores. Con el transcurso del tiempo, todavía quedaban o aparecieron algunos reductos de calidad en cuanto a música electrónica, como la ya mencionada The Face, Caballito de Mar (terraza que se ha hecho ya hueco en el terreno de lo mítico y en la que iban a refugiarse los ruteros de la vieja escuela y algunos populares personajes. Ubicada en la playa de Las Arenas, se pinchaba un house perfecto para bailar sintiendo la brisa del mar); en Planet Valencia, en la antigua discoteca Wiggle de Albal, Chimo Bayo intentó rescatar un movimiento que ya estaba herido de muerte, en una sala con aspecto industrial. Ya a partir de ese año triunfan, sobretodo, ACTV y Límite Local entre los nuevos adeptos a la ruta, atraídos por el glorioso pasado de ésta. Así, frente a las abarrotadas sesiones de makina dura de domingo en ACTV, en el 96 se hizo una intentona de recuperar el techno de calidad los viernes noche, pero se quedó en eso: un intento. Otros garitos comienzan a tener serios vaivenes, cierres y reaperturas por falta de interés (Barraca, por ejemplo), y otras, empiezan a desaparecer paulatinamente, como Espiral, Zona, Heaven, NOD o Spook Factory, hasta dejar de existir en la Ruta, mientras que otras sobrevivieron de formas diferentes: gracias al house, algunas mantuvieron su éxito musical durante unos años (The Face o Puzzle); otras se desvían a géneros como el happy hardcore o el hard house, quedando muy lejanas de las dos primeras (Chocolate, y en definitiva todas las demás).

El Éxtasis o MDMA, que estuvo presente en la ciudad del Turia desde el 87-88, traído desde Ibiza y los Países Bajos, empieza a causar estragos ya que cada vez se consumen dosis más altas. Todavía en el 94, 95 y 96 se respira un ambiente agradable entre la gente, por lo menos en los garitos donde sobrevive la variedad de gentes (Puzzle o The Face). Sin embargo la actitud del público da un giro notable, como en Chocolate, que es con toda certeza, la discoteca de la Ruta Destroy con la peor evolución musical.

Empieza a haber más peleas y mal rollo, aparte de por el público, que empieza a ser cada vez más conflictivo, también porque empiezan a contratarse porteros de discoteca bastante agresivos que crean mayor sensación de inseguridad en noches lubricadas por una droga de cada vez menor pureza.


Diario de un Rutero

A veces, no se volvía a casa hasta el lunes por la noche (recordad que hubo un garito, Zona, que tenía una sesión los lunes por la mañana) y las salidas podían empezar el jueves. Salas como Acción, Metrópolis o Delfos,  eran de jueves noche, y algunas, durante los años 80 y principios de los 90 abrían también las noches de entre semana (por entonces no era algo tan extraño entre los amantes de la noche). Muchas veces, mucha gente de otras provincias que salía "de ruta" no tenía alojamiento en Valencia, y muchos valencianos no volvían siquiera a casa, se pasaban las 72 horas del fin de semana "de fiesta". Sólo hacían algún parón para dormir o comer algo, muchas veces en el coche o en el parking de la discoteca. También empezó a tener éxito la costumbre de salir por la mañana habiendo dormido por la noche.
Salir y consumir drogas solían ir de la mano, de forma que aumentó la peligrosidad en las carreteras. Se creó una alarma social brutal en torno a La Ruta del Bakalao gracias a la televisión, en la que incluso había debates sobre el tema; hecho que hizo que las autoridades tomaran represalias contra los locales, controlando sus horarios y permisos, e incluso clausurando algunos de ellos. Por ejemplo, Zona, Heaven, ACTV o NOD se cerraron por supuestas irregularidades en sus edificios y otros motivos no del todo claros, y sin embargo, pasado un determinado tiempo volvieron a funcionar, aunque se les había cambiado el nombre y la gente era más light. La suma de todo, hizo que paulatinamente decayeran los desplazamientos por "La Ruta" a  favor de las macrodiscotecas de la periferia, las de la capital, y las raves, y que la gente que venía de otras regiones dejase de ir.




Las drogas y la ruta

La compra-venta de éxtasis (MDMA) en España se aprecia ya en 1987 y 1988. Anteriormente se daban cápsulas que se vendían en algunas zonas, como las que vendían en levante, llamadas mescalina y que, tras pasar por laboratorio, solían contener MDA y sucedáneos.

"...la droga de los primeros 80 en todo el mundo era el MDA, las píldoras del amor. Por lo que sea, me imagino que motivos comerciales, dada la poca cultura psicodélica de este país entonces, se bautizaron como mescalinas, y se presentaron en un formato con cafeína, para que diera mas marcha..."

No se puede hablar de la movida valenciana sin hablar las drogas que circulaban en sus distintas etapas. Entonces, la droga era vista como una forma de evasión que más que como un fin en sí mismo. Estaba más idealizada y menos estigmatizada que ahora, por lo que casi todo el mundo de este ambiente la tomaba. Era por ello por lo que había tan buen ambiente y pocos problemas entre el público, ya que incitaba a la conversación. El alcohol no se consumía en grandes dosis, y la cocaína apenas tenía presencia. Era consumida por otro tipo de gente, sobre todo ricos o snob, o en ambientes donde el sexo jugaba un papel más importante. Sin lugar a dudas, la droga más popular en la movida valenciana fue la "mescalina valenciana", conocida como "mesca" o "chufla". Según estudios, estaba compuesta por MAD o "droga del amor", en inglés llamada "Hug-Drug" (droga del abrazo), porque sus efectos te hacían "querer a todo el mundo". Era un derivado de las anfetaminas, parecido en estructura al éxtasis, pero con efecto alucinógeno cercano al LSD (sus efectos eran visión de fractales y saturación de los colores), que a grandes dosis podía hacerte disociar mente y cuerpo. Normalmente iba cortada con cafeína u otros tipos de anfetamina más energizantes (Centraminas o Dexedrinas).  Estas sustancias iban normalmente en cápsulas, casi siempre de color verde, aunque también las había rojas.

La existencia de la "mesca" valenciana fue más o menos corta, entre 1983 y la Navidad de 1988, cuando desapareció casi de repente, aunque a final de los 80 y principios de los 90 seguía existiendo, aunque a un precio prohibitivo. Las hipótesis de su desaparición son varias: la aparición del speed, que era más barato de producir y de comprar. Se dice que el precio de la mescalina subió tanto a raíz de la canción de Los Rebeldes "Mescalina" (1986). Además, el "speed" era más efectivo contra el sueño, algo muy importante para poder aguantar esos locos horarios. Provocaba una euforia parecida y más energía, el cuerpo iba a más velocidad, acorde a los BPM de segunda mitad de los 80. Sin embargo, no producía la sensación falsa ebriedad ni alucinaciones. Esta sustancia se consumía casi siempre en forma de polvos blancos por las fosas nasales, y fue lo más consumido entre 1986 y 1988, año en el apareció el MDMA (éxtasis).

El éxtasis llegó de Holanda y también se encontraba en Ibiza. Empezó a comercializarse en forma de unas tabletitas de color marrón a las que llamaban "inflones". Con el tiempo se comercializarían como pastillas en una gran variedad de colores y símbolos impresos. Sus efectos eran alucinógenos, dando la impresión de que los sentidos se agudizaban.

Estas tres fueron las principales sustancias consumidas en la movida, pero también estaban presentes la marihuana y el hachís, o el LSD (los tripis) aunque se veían menos ya que sus efectos eran relajantes y te hacían desconectar de la música.

Las drogas, consumidas de forma tan continuada como hacían muchos jóvenes, acarrearon unos efectos secundarios nocivos muy graves. Hubo gente que abusó de ellas de forma desmedida, ya que se pasaba consumiendo el fin de semana entero. Los efectos posteriores de estas sustancias, el conocido "bajón", eran ansiedad, depresión y a veces malestar físico entre semana. Algunos, intentaban mitigar los efectos con derivados del cannabis y otros con derivados del opio, en concreto con heroína, pero resultó ser peor "el remedio que la enfermedad", 




Consecuencias y situación actual



Algunas salas, como la veterana Barraca que con 44 años a sus espaldas y tras varios cierres de breves periodos de tiempo, sobrevive, aunque con una música y un ambiente muy diferente al que la lanzó al estrellato a mediados de los 80. Actualmente es la abanderada del movimiento techno en Valencia. Spook Factory reabrió en 2005 con éxito, llamándose Spook Club Vlc. Fue sustituida por Space Valencia durante un año, después se cerró para volver a abrirse en septiembre de 2008, retomando el nombre de Spook Club Vlc.

En el verano del 2004, en la sala donde se ubicaba la discoteca Bananas, surgió una sesión after que abría las 9 de la mañana del domingo y cerraba a las 3 de la madrugada del Lunes: se llamó Friends.  Este evento, del que se llegó a decir que plasmaba la pura esencia de lo que fue la ruta del bakalao, hizo que Valencia volviera a ser el destino elegido para las vacaciones de los jóvenes que tenían ganas de salir de fiesta, llegando incluso a ser más popular que Ibiza durante ese verano,debido a esas sesiones que no tenían fin y que batieron récords de asistencia de una discoteca española superando así a las fiestas de Ibiza. Era una gran terraza en la que se podía encontrar buena música con una zona recreativa, en la que había una piscina. Su director, Michel, supo rodearse de gente con gran experiencia en el mundo de la noche. Eddu Reig, Salva Cotanda y Nacho Penadés eran sus DJs residentes. Otros grandes DJs, como Carl Cox, pasaron por allí. Fue elegido como final de fiesta del Campeonato de Motociclismo, donde Valentino Rossi disfrutó de una de sus sesiones rodeado a pie de pista de muchos de sus seguidores. Pero las autoridades una vez más no tardaron en comenzar a recortar su horario, consiguiendo que cerrara definitivamente en 2006, aunque puntualmente abre en sesiones especiales.



También encontramos Chocolate, que abre sólo en ocasiones especiales en las que se pinchan un radical hardcore y el llamado schranz. También Puzzle pareció salvarse de la quema, al menos hasta finales del 2007, cuando se clausuró, se reabrió y echó el candado definitivamente el 31 de octubre de 2011. Sin embargo, estas salas jamás recuperarían su esplendor.



Otras salas apostaron por renovarse o morir: cambiaron de nombre, de dueños y de estilo, como por ejemplo Heaven, ACTV, NOD, Zona o Industrial Society.  Otras jamás volverán a existir: Espiral y Punto Rojo, ya que sus instalaciones se derruyeron. 


Pero las consecuencias de esta decadencia fueron un auténtico desastre y costó un verdadero triunfo que la noche valenciana se recuperara, sobre todo por culpa del cambio de la música y su embrutecimiento. Pero, parece que en el año 2000 comenzó a revivir, y el nuevo milenio trajo un soplo de aire fresco en forma de gente con nuevos proyectos que volvió a apostar por música de calidad. Ya no eran dueños de los locales, simplemente los alquilaban para montar sus clubes o para organizar raves. Unas nuevas sesiones en las que esta vez hay cabida para el techno actual, sonidos electrónicos minimalistas, drum & bass, electro y hip-hop renovados, y otros sonidos vanguardistas. Colectivos y promotores como Comunidad Oscura, que llevan desde 1989 ofreciendo fiestas y conciertos, con Mortis Dj como su portavoz, dedicadas a los sonidos y DJs de la ruta como Fran Lenaers, Dj Frank, Kike Jaen, Miguel El Divino o el mismo Mortis Dj. UHF, es la productora de Le Club, que actualmente es un club de referencia internacional, .beat (puntobit), que volvieron a resucitar Barraca, Groovelives y su peculiares clubs y fiestas, o los ya desaparecidos Dynamic y Gorila Club. Más adelante ha habido un verdadero renacimiento en Valencia, aunque eso sí, a menor escala de lo que fue la Ruta Destroy, pero con una calidad y variedad dignas y ante una legislación y una política mucho menos permisivas que entonces. Sin embargo, por factores éste, el mayor control policial, la mayor concienciación e información sobre drogas, diferentes circunstancias políticas (en los ochenta acabábamos de dejar atrás el franquismo), entre otras razones, lo más seguro es que el ocio nocturno nunca vuelva a ser igual. Atrás quedan esas noches que muchos españoles de entre 30 y 40 años jamás olvidarán y que escribieron una página en la historia de la cultura y la música españolas.

Y como despedida, aquí os dejo, uno de los temas que, sin duda, es una de las canciones bandera de los años dorados de la ruta Destroy. 



And One - Metalhammer


2 comentarios:

  1. Jodo que documentada....es curioso perp algo tan lejano en el tiempo como la ruta del bakalao,esta muy presente en los jovenes de ahora,eso si con peor musoca y mas drogas...jajaja,yo con 10 años llevaba camisetas de la spook,puzzle y barraca....traidas por mi hermano(ya que soy precoZ pero no tanto)y con esa edad conocia a chimo bayo y tenia una de sus gafas gigantes con luces a los lados...antes de que me preguntes hace tiempo que las perdi la pista,lo que si que conservo es u pañuelo rojo del Chocolate....que tiempos no?y que c
    Vida la mia ,aun conservo cassettes de sesiones dsl heaven,puzzle y del spiral y laberinto...eso ...eso si que vale oro,ay mi metal hamer tan mezclable,no se que seria de mi sin el jajaj,yo tube la suerte de conocer tambien el Attica ,Bachatta que era mi casa con 15 años,Radical....y de criarme con Fernando Ballesteros,Jesus Elices,Napo,Nano,Abel Ramos......generacion y Dj que habian cojido au esencia de eaa ruta del bakalao y que al final empezaron con la evolucion o involucion a estilos como el hard core ...en fin todo esto me hace vieja ....y a la vez me hace sentir bien ya que apesar de mi dura infancia y peor adolescencia jamas probe ninguna droga!!

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